Llevaba cuatro meses de relación, de verdad que estaba
enamorada, cuando David me pidió que fuéramos novios fue el día más especial de
vida, o así lo creía. Yo era feliz por lo que pensé que él también lo era,
nunca dijo lo contrario.
Íbamos a celebrar nuestro primer día de San Valentín
juntos, wauu! Puedo sentir la emoción aún, esperaba con ansias ese día iba a
decirle que estaba enamorada de él, no un amor superficial un amor de esos que
sientes que no es suficiente un corazón para guardarlo, pero fui tonta, creí
demasiado en que David era un príncipe azul y termino siendo un ogro.
El 14 de febrero fui a su departamento, para darle una
sorpresa, llevaba conmigo una deliciosa pasta que me tomó 4 horas para ser
perfecta, para el hombre "perfecto", cuando me aproximaba a la puerta
vi salir a David con una mujer que se veía más madura que yo. Recuerdo cada
palabra que pronunció el "amor de mi vida" y aún se me parte el
corazón. -Socorro es una niña, jamás me enamoraría de alguien así, pero ya ves,
tengo que aparentar ser feliz porqué a mis padres no les gusta la idea de que
ame a una mujer mayor que yo-
"amor" yo te amaba, yo confíe en ti, yo te pedí
que no jugarás conmigo, yo te... Mi cabeza daba vueltas con todas esas frases,
me culpaba por ser una "niña", si lo soy, pero por inocente y creer
en ti; no se que paso exactamente, solo recuerdo el bol de la lasagna atravesar
el silencio que dejo David al verme y caerle en su hermoso rostro, el rostro de
la mentira.
Desde entonces David no se atrevió a buscarme, y saben?
Eso me hizo aún más infeliz, desea que me siguiera, que me llamara o que me
mandara un miserable mensaje donde me explicará que jugaba con ella y no
conmigo, pero no paso, me di cuenta que nunca tuve su corazón y la fecha eso me
duele más que su traición.
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