viernes, 14 de febrero de 2014

II Parte: Relato de Soledad "El bol de la lasaña"

Llevaba cuatro meses de relación, de verdad que estaba enamorada, cuando David me pidió que fuéramos novios fue el día más especial de vida, o así lo creía. Yo era feliz por lo que pensé que él también lo era, nunca dijo lo contrario.

Íbamos a celebrar nuestro primer día de San Valentín juntos, wauu! Puedo sentir la emoción aún, esperaba con ansias ese día iba a decirle que estaba enamorada de él, no un amor superficial un amor de esos que sientes que no es suficiente un corazón para guardarlo, pero fui tonta, creí demasiado en que David era un príncipe azul y termino siendo un ogro.

El 14 de febrero fui a su departamento, para darle una sorpresa, llevaba conmigo una deliciosa pasta que me tomó 4 horas para ser perfecta, para el hombre "perfecto", cuando me aproximaba a la puerta vi salir a David con una mujer que se veía más madura que yo. Recuerdo cada palabra que pronunció el "amor de mi vida" y aún se me parte el corazón. -Socorro es una niña, jamás me enamoraría de alguien así, pero ya ves, tengo que aparentar ser feliz porqué a mis padres no les gusta la idea de que ame a una mujer mayor que yo-

"amor" yo te amaba, yo confíe en ti, yo te pedí que no jugarás conmigo, yo te... Mi cabeza daba vueltas con todas esas frases, me culpaba por ser una "niña", si lo soy, pero por inocente y creer en ti; no se que paso exactamente, solo recuerdo el bol de la lasagna atravesar el silencio que dejo David al verme y caerle en su hermoso rostro, el rostro de la mentira.


Desde entonces David no se atrevió a buscarme, y saben? Eso me hizo aún más infeliz, desea que me siguiera, que me llamara o que me mandara un miserable mensaje donde me explicará que jugaba con ella y no conmigo, pero no paso, me di cuenta que nunca tuve su corazón y la fecha eso me duele más que su traición.

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