Cigarrillos y exuberantes risas de juventud,
charcos de licor en mentes con virtud,
que buscan algún lugar para incinerar la soledad,
un lugar para encontrar la mas ardiente espontaneidad.
Que poco importa el mundo cuando enciendes un beso,
utilizando dos bocas sobrecargadas de energía en celo,
toda tela estorba en el calor intenso de una hoguera pasional,
la piel se quema con las caricias de un morbo irracional.
Es un acto inverosímil aquel paraíso en el infierno,
el deseo se consume en el enigmático incienso,
emanando fragancias del perfume "Romántico siniestro"
combinación de azufre y jazmín que siempre aromatizará el cimiento.
Que poco importa la muerte cuando mas se esta viviendo,
de los pirómanos de amor que a cenizas se están reduciendo,
un corazón dibujado en el humo se avistará en los tiempos siguientes,
y debajo de este, se encontrara el presente poema de letras calientes.
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