martes, 27 de mayo de 2014

Un café por favor

Un café por favor,
sin azúcar, amargo es el rencor,
sin leche, negro es el dolor,
caliente, de odio es el vapor.

Un sorbo desesperado,
me recuerda los besos robados,
la taza de regalo de cumpleaños,
y tu cuerpo en sueños inundados. 

Ella siempre lo pedía con cremora
o con leche condensada, si estaba en demora, 
sin embargo, se volvió tosca, lo pedía mas cargado,
el insomnio estaba siempre asegurado. 

Ella fue prefiriendo el café cubano,
yo siempre estuve con el aroma colombiano,
y luego de haber saboreado en sus labios el napolitano, 
con el de mi tierra, solo me he quedado. 

Por el resto de mi vida, me serviré el mas aguado, 
me lo tomare sin gracia, y tal vez con guaro, 
soy un adicto a la cafeína, (algunos dirán que un borracho),
por el desamor y sus agrios ratos. 


miércoles, 21 de mayo de 2014

Shh

¡Silencio! Necesito ruido blanco,
espeso y ordinario,
que oxigene mis oídos y mi piel,
que me tenga consciente de la literaria miel. 

¡No fastidies! no estoy en este mundo,
en esta realidad en la que tanto me confundo,
sea lo que sea, hazlo tu o lo haré después,
pero no me molestes, no esta vez. 

¡Vete! No estoy para huéspedes físicos, solo mentales,
solo para químicos que mi cuerpo segrega,
son por ahora elementales,
los fantásticos que con cada letra se regeneran,
tan especiales.